lunes, 8 de diciembre de 2008

Benidorm cambia por el impacto del turismo

Una fuente de ingresos en todas las épocas


Benidorm se ha convertido en una ciudad costera cosmopolita, una especie de Nueva York a pequeña escala. El tamaño de sus edificios, el ambiente nocturno, la afluencia de gente y el turismo extranjero sirven como atracción y a la vez confirman este impactante cambio. Pero ¿cuál es el modelo turístico de Benidorm, las tendencias actuales del sector, el impacto de los cambios producidos en la imagen de la ciudad a causa del turismo, o la gestión de los servicios públicos en un modelo turístico de masas?
Estas preguntas son las que han venido a responder un grupo de estudiantes de Turismo procedentes de las tierras sureñas de Gran Bretaña, concretamente del Heathfield Community College (East Sussex). Y es que Benidorm ha sufrido un crecimiento que por algunos es visto como negativo y por otros como positivo. Por un lado se puede tener en cuenta la riqueza económica que conlleva para la ciudad, para Alicante y en último término también para España, el foco turístico que constituye Benidorm. Por otro lado, no se puede equiparar al disfrute de la naturaleza, de las playas, de la no saturación y en definitiva de la tranquilidad de que gozan otras zonas costeras.

Y una de las principales atracciones de Benidorm es el Hotel Bali, un rascacielos abierto al público el 17 de mayo del año 2002 y alcanzando una altura de 186 metros; la más alta de España sólo hasta 2006 cuando fue superada por la Torre Espacio construida en Madrid. Pero El Bali no es sólo un hotel donde alojarse durante las vacaciones: es un centro comercial, una zona de ocio y fiestas, un gimnasio, un mirador, un restaurante o una sala de conferencias y congresos. En 52 plantas se encuentran 776 habitaciones, doce de ellas suites, 68 suites junior y otros diez dormitorios adaptados para minusválidos. Es curiosa la celebración anual de una carrera de ascenso hasta la última planta del hotel, en la que participan deportistas profesionales que llegan a alcanzar la cima en menos de 5 minutos.

Otro punto positivo que favorece el turismo son sus distintos parques de atracciones, desde el más conocido parque temático "Terra Mítica" hasta Aqualandia o Mundomar cuyos anuncios por medio de carteles y folleto entregados a lo largo del paseo por patinadoras contratadas, no cesan desde la entrada en Benidorm. El primero de ellos, Terra Mítica es uno de los parques temáticos más importantes de España tras Port Aventura y La Warner. Se caracteriza por estar ambientado en las clásicas culturas griega, egipcia, romana e ibérica. Así, las atracciones permiten viajar en el tiempo y hacen descubrir a los niños las tradiciones y las formas de vida de estas civilizaciones. pero el parque ha pasado por altibajos desde que se acabó su construcción en 2000.

Comenzó como un ambicioso proyecto europeo centrado en el estímulo de todos los sentidos, un proyecto a nivel europeo. Pero en 2002 necesitó de la entrada de paramount Parks al accionariado para remontar. El parque se proyectó para acoger a tres millones de visitantes cada año, cuando únicamente recibían dos millones e incluso llegaron a descender a uno. así, muchas ideas quedaron reducidas, lo que han convertido a Terra Mítica en otro parque temático con sus diferencias pero sin la exclusividad buscada en un principio. La Paramount vendió sus acciones y en 2005 la deuda ascendió a los 200 millones de euros. Aunque tras un recorte de gastos, la introducción de espectáculos de pago y una nueva atracción consiguieron que obtuviera beneficios. Ya en 2007 los ingresos llegaron a 14 millones de euros.

Pero Benidorm vive del Turismo tanto en verano como en invierno. Aunque en la época estival las discotecas encabezan el ambiente nocturno y la playa y el sol el diurno, durante los meses menos calurosos (a partir de noviembre, pues hasta entonces aún calientan los rayos del sol) acuden los más mayores. Los viajes del Inserso tienen un destino favorito que es Benidorm. Maria Jesús y su acordeón así como los chistes picantones de alguna humorista retienen en las cafeterías a estos clientes fieles que se hospedan en hoteles o bien, que alquilan una casa todos los años. Lo que buscan en benidorm es la animación, el encuentro con sus coetáneos y asimismo la cercanía de un pueblo al adentrarse por las calles del casco antiguo.

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