
Soller es un municipio situado al noroeste de Palma de Mallorca , la más grande de las Islas Baleares. A tres kilómetros del pueblo, donde pequeños y grandes se reúnen en torno a la Iglesia para celebrar festejos populares y donde las calles empedradas recuerdan a la vida de nuestros abuelos, se encuentra el puerto de Soller, más turístico y con más vitalidad. Algunos habitantes de Soller viven en una casita en la montaña, mirando al puerto, mientras su negocio está en el pueblo. Pero la comunicación es buena gracias a la carrretera así como al tranvía que tarda unos 20 minutos en llegar de un lugar al otro.
Pero junto con Soller, los municipios de Bunyola, Fornalutx, Deià y Escorca conforman el paisaje
1ª parada. Y si salimos de la tranquilidad de Soller, una visita que no puede faltar es a la capital de la isla: Palma de Mallorca. Ya en la ciudad, las montañas se convierten en edificios, calles repletas de gente y coches circulando. Una capital eso sí de arte, cultura y tradición. En la Catedral se guarda el Archivo Capitular de Mallorca con una larga historia de recopilació
n y conservación de libros manuscitos, códices y pergaminos. Sus vitrinas de color la convierten en una catedral de arte y de luz. El puerto de Palma de Mallorca es también muy representativo y transitado a menudo por la Familia Real. También destacar el Castillo de Belver, en el que se pueden ver exhibiciones del baile típico mallorquín, las balladas, o los boleros, un baile en el que el ritmo, los saltos y la coordinación entre las parejas son la esencia. Mientras tanto se puede disfrutar de las vistas. Entre los museos de Palma, el de arte moderno y contemporáneo: Es Baluard. En su interior se mezcla el arte en lienzo y en escultura principalmente, con algún que otro montaje audiovisual que deja atrapados nuestros sentidos. Y todo por un precio que ahora los viernes pone uno mismo. Y ya adentrándonos en las calles del centro de la ciudad es característico el Paseo de las Ramblas, o también podría decirse, de las flores, pues paseando por él a cada cinco pasos hay una floristería. Cerca de esta calle, los turistas se hacen fotografías en el Paseo del Borne, imitando las posturas de las esculturas de bronce a las que suele albergar esta calle: "Las Meninas" de Velázquez, "El Pensador" de Dante, etc.
2ª y 3ª parada:
Para terminar nuestra excursión cultural y antes de regresar a Soller, podemos acercarnos a pueblos más tranquilos como Fornalux, donde la paz, debido a sus pocos habitantes, las casas bajas y de piedra, y sus calles estrechas y empinadas permiten volver a la tranquilidad de un pueblo. Y Valldemosa, un municipio entre árboles y sobre la montaña, un lugar también de calles empinadas en las que las tiendas de dulces y las galerías de arte destacan entre otras muchas; pero cuyo mayor encanto es la que en el invierno de 1838-39 fue residencia de la pareja romántica inspirada por Chopin y George Sand, La Cartuja. Recorrer las instancias por las que paseaba Copin mientras pensaba en sus partituras, tocar las teclas de su piano y ojear cada nota escrita en sus pentagramas, los libros que leyó y hasta su dormitorio; experiencias únicas no sólo para los amantes de la música sino para todo aquel que reconozca la genialidad de su arte.
Y de vuelta a Soller, los festejos no pueden faltar. Si es Agosto, la pirotecnia llena la plaza del pueblo gracias a la lucha entre ángeles y demonios, un espectáculo que se celebra todos los años con motivo de las fiestas de San Bartolomé.
Y para quien le guste sentir el mar...
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