
En 1985 la UNESCO declaró a Ávila Patrimonio de la Humanidad con la intención de preservar esos monumentos (Iglesias, conventos, palacios y mansiones) que se hayan encerrados en un espacio antes salvaguardado por la muralla. Es la capital de provincia española que se encuentra a mayor altitud sobre el nivel del mar, concretamente a 1130 m. Ávila es un lugar pequeño y fácilmente visitable en un día pero los visitantes también se pueden hospedar si desean asistir a alguna de las muchas actividades que se realizan a lo largo del año (teatro en la muralla, semana santa abulense, mercado medieval, etc.)

De hecho, este año, Ávila ha recibido el Premio Reina Sofía de Accesibilidad, el más prestigioso en esta materia dotado con 15.000 € en compensación de la labor de la ciudad por hacerse accesible durante al menos los últimos cinco años, gracias a las nuevas tecnologías y con la intención de normalizar la situación de las personas con alguna minusvalía. Así por ejemplo, la ronda de leyendas que se celebra en el mes de Junio y que consiste en la teatralización de algunas leyendas abulenses, cuentan con un intérprete en la lengua de signos. Asimismo, el Día de Puertas Abiertas, que tiene lugar el segundo fin de semana del mes de Mayo, se organizan rutas especiales. O las jornadas del Mercado Medival, el primer fin de semana de Sptiembre, cuando se reservan en Ávila un número de aparcamientos para personas con movilidad reducida.
Pero, a pesar de que en días concretos la afluencia de gente sea muy grande, en realidad Ávila es un lugar de

1ª parada: La plaza de mercado chico. Es la plaza del casco histórico donde se reúnen los mayores a charlar mientras reposan en los bancos y donde las figuras abstractas se mezclan con los años de historia anclados en Ávila: una tortuga abstracta o cuerpos entrelazados de acero.
2ª parada: La muralla. Existen varias entradas que permiten recorrerla casi en su totalidad y dividiendo el paseo en tres etapas. En una de ellas se puede contemplar el sur desde lo alto. Y en las siguientes, se puede aprender la utilidad de cada recodo de la muralla. Pero en todas se puede acceder a través de estrechas escaleras de piedra a los torreones desde

3ª parada: E incrustada en la muralla se encuentra la Catedral de Ávila, uno de los monumentos por excelencia del lugar. Iniciada su construcción en el siglo XII en un estilo románico tardío, es ya en el siglo XVI cuando adquiere las trazas que la convierten en la primera catedral gótica de España. Destaca en el exterior no sólo por su apariencia de fortaleza sino también por la mezcla entre templo y alcázar, por la simbiosis entre la cruz y la espada. En el interior cabe destacar el retablo de la capilla mayor con pinturas de Berruguete y Juan de Borgoña; y tras el altar mayor está el célebre Sepulcro de El Tostado, un panteón de alabastro de un obispo-escritor abulense, obra de Vasco de la Zarza. Por sus muros y su verticalidad, así como por sus altas y coloridas vidrieras cabe su semejanza con la primera Iglesia Gótica, la de Saint-Denis, en Francia.

Y si nos hemos quedado con ganas de más, a la vuelta podemos hacer una parada para contemplar y hacer una foto a los Toros de Guisando, situados a la entrada de la provincia de Ávila, concretamente en El Tiemblo. Datan de entre el siglo I y II antes de Cristo y son cuatro esculturas de granito que representan unos verracos o toros. Así, retornaremos de nuevo al pasado, cuando Cervantes escribía en El Quijote: "...y los toros de Guisando, casi muerte y casi piedra, mugieron como dos siglos hartos de pisar la tierra".
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Fotos de David Taborda Ortiz
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